5 de abril de 2010

Los nuevos delincuentes en Chile



Según cifras entregadas por el Ministerio Público, el número de jóvenes procesados en el último trimestre de 2009, es de 40.000 mil imputados a nivel país, de los cuales el 80% equivale a menores entre los 14-17 años. Si bien la cifra es mucho menor a la del mismo trimestre en 2008, sigue siendo un tema que preocupa a muchas personas en sus barrios, donde muchas veces son víctimas de asaltos a manos de jóvenes en busca de algo de valor para la adquisición de alcohol o drogas.
Este tipo de hecho, es un tema que muchos en nuestra sociedad creen tener las armas aunque suene paradójico, para poder combatirlo, y es en plena campaña presidencial donde afloran la mayor cantidad de ideas al respecto. Algunos pretenden cerrar el SENAME, para dar paso a dos instituciones separadas, otros hablan de un estado más fuerte y de mano dura contra los delincuentes, pero ¿Dónde se origina realmente el problema?
Muchos creen que la raíz de todo este tema social, está presente en la situación económica familiar y social; la falta de posibilidades laborales dignas; el abandono de los adultos responsables del ejercicio de la paternidad (madres apesadumbradas y padres desertores o ausentes); el inadecuado sistema educacional, las tensiones de una sociedad competitiva (acumuladora de bienes materiales y carente de valores humanistas); niños incapaces de controlar sus impulsos, medios de comunicación que no promueven valores adecuados que hagan posible la convivencia.
En Chile, tenemos casos simbólicos en lo que a delincuencia juvenil se refiere. Hechos como los de las arañitas y el cisarro han marcado en este año la pauta nacional sobre jóvenes delincuentes, si bien estos dos casos no entran en la cifra anteriormente entregada, ya que en ambos casos los involucrados no superaban los 14 años. Son temas que de una u otra forma impacta a la sociedad, dejando a muchos reflexionando de algo que día a día se está volviendo común en nuestro país.
El niño Cristóbal de 10 años, más conocido como “Cisarro” es un claro ejemplo de lo que el sicólogo y sociólogo Gabriel Aguilera nos señalaba, ya que este joven delincuente es miembro de una familia compuesta por diez hermanos, los cuales han tenido que lidiar con la ausencia de un padre y una educación digna de un niño de esa edad. Este niño a su cortos diez años, tiene a su haber 16 detenciones por los efectivos policiales, por diferentes ilícitos, entre los de mayor consternación pública está el asalto al domicilio del economista y decano de la Universidad Adolfo Ibáñez, Leonidas Montes, quien tras el atraco resultó apuñalado en una de sus piernas, hecho que aconteció en Octubre de 2008.
En esa oportunidad el menor fue internado en el Centro de Tránsito y Diagnóstico (CTD) donde fue sometido a una diagnostico sico-social, para lograr ayudarlo en su rehabilitación. Además en esa oportunidad Carabineros de Chile, en un intento por rehabilitarlo, apadrinó al Cisarro, lo que no tuvo un resultado positivo, ya que este niño continúo con sus fechorías.

¿ Qué pasó con la cifra de muertos?


Incertidumbre es la que han viviendo centenares de familiares, que con el terremoto del 27 de febrero perdieron a sus seres queridos, y es que con el paso del tiempo post sismo, la entrega de la información emanada en un primer lugar desde el antiguo gobierno de Michel Bachelet, como también la emitida por el gobierno actual de Sebastián Piñera no ha sido clara y por lo que podemos darnos cuenta a través de los medios, ha tenido una serie de errores, primero en quien va a ser el encargado de dar un comunicado oficial y luego con cual es la cifra exacta de las victimas luego de esa fatídica noche.
En primer lugar con la antigua administración se dio a conocer una cifra de un centenar de victimas la cual iba aumentando a medida que se podía establecer mayor contacto con las zonas más afectadas, luego más precisamente el 3 de marzo, la cifra entregada fue de 802 fallecidos, la cual no duro más de 24 horas ya que al otro día fue rectificada a solo 279 personas, aludiendo de que se había sumado la cifra de desaparecidos. Luego cinco días más tarde la cifra se aumento a 497, teniendo el mismo final de la cifra entregada el tres de marzo, en este caso fue corregida al otro día a 325 decesos. Y eso que por ese entonces las declaraciones hechas por la Vocera de Gobierno Ena Von Baer iban directamente relacionadas a que no volvería a haber errores por parte del gobierno en la entrega exacta de la cantidad de víctimas.
Hoy en día existen un comité especial encargado de esclarecer y de dar a conocer la verdadera y más confiable información que se pueda tener sobre los decesos de personas tras el terremoto, aunque desde el mismo comité se dijo la frase "cifras oficiales no hay", algo que lleva a las personas nuevamente a una incertidumbre que en alguna oportunidad se quiso erradicar por parte de la actual administración gubernamental.
Pese a toda esta cadena de errores producida por parte de ambos gobiernos, quienes a su vez de una u otra forma han tratado de arreglar este numerito, solo se ha conseguido que exista mas desconfianza de parte de las personas hacía ellos. Tanto ha sido el desorden de información que hasta la Policía de Investigaciones (PDI) en algún momento ha entregado su propio registro de victimas la cual fue dada a conocer ayer en conjunto con el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, la cual bordeaba la media docena de fallecidos.
Ahora a toda esta difamación de información se le agrega el proyecto de ley que envió el gobierno, el cual tenía como fin acelerar la declaración de muerte y desaparecidos, algo que por lo demás ha pasado a un segundo plano en la agenda de gobierno. Llevando a la incertidumbre a millones de personas que perdieron o que aún no encuentran a sus seres queridos.